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Nueva Ley de Morosidad: Sancionar a la Administración Pública para proteger a las Empresas

El día 19 se aprobará previsiblemente la nueva Ley de Morosidad.

Según comentó el secretario de Estado de Administraciones Públicas del Gobierno de España, Antonio Beteta, en cuanto a la nueva redacción de dicho decreto: "la morosidad tiene la misma sanción económica que el incumplimiento de déficit o la superación del límite máximo de deuda que puede tener tanto una administración autonómica como otra local”, y de esta forma "se pagará sí o sí" y "no volverá a haber facturas en los cajones".

Grandísima noticia si esto se lleva a cabo y se aplica.

Las PYMES están cobrando de forma ordenada (aunque no con la celeridad que se desearía...) las facturas que les corresponden, con el tipo de interés legal establecido.

Para vuestra curiosidad, en 2012, el Gobierno necesitó liquidez por valor de 3.000 millones de euros para pagar 603.000 facturas. En 2013 son necesarios 1.000 millones de euros para afrontar 226.000 facturas adicionales.

Es una gestión fundamental para la supervivencia de muchas Empresas (las que quedan vivas...) para su recuperación saneamiento y poder así crecer de nuevo. Y esto es porque una inmensa cantidad de PYMES prestaban servicio fundamentalmente o únicamente a Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y Estado bajo forma de obra y servicio, subcontratación, suministros, etc.

Desgraciadamente, estas Pymes que han cumplido diligentemente y profesionalmente con su deber, ante estos clientes, se han visto abocados al cierre o reestructuración de sus actividades, lo cual es una verdadera injusticia.

Es por ello que esta nueva ley marcaría un antes y un después en la gestión de los entes públicos. El despilfarro y descontrol se acotaría con rigor e importantes sanciones.

Quiero pensar y creer en una buena lectura de esta noticia y que esto realmente será así. Como con otras muchas leyes, esto puede quedar en papel mojado, lo que sería penoso para el bienestar económico del país, credibilidad pública e imagen de la famosa marca España que tanto quieren recuperar.

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El sistema económico Chino siempre gana...

Por un lado se encuentra el sistema económico Chino de implantación en el extranjero, denominado por el profesor Juan Pavón como el modelo parasitario chino aplicado en todas las economías occidentales. Consiste en lo que todo el mundo ya sabréis: las tiendas están llevadas por chinos, comprando mercancía al por mayor a empresas Chinas e importadas de China. Con el dinero generado, se envían remesas al país de origen por Bancos Chinos. Como muchas empresas y bancos son pertenecientes al Régimen, ese dinero sirve para engordar las arcas del Estado que junto con sus bancos de Inversión pueden comprar y desarrollar tecnología, Empresas y adquirir yacimientos de materias primas en África y Sur América, manipular divisas y comprar deuda pública (lo que les da poder sobre Estados Unidos, por ejemplo) entre otras muchas cosas.

Estos son los datos de la actividad económica Española con China:
Exportaciones por 3.765,8 millones de euros en 2012, un 11,09% más que el año anterior, e importaciones de 17.631,3 millones, un 5,42% menos. La tasa de cobertura (relación entre exportaciones e importaciones) fue del 21,3% en 2012,

España se encuentra negociando un convenio de doble imposición que permita, entre otros asuntos, una reducción de impuestos por la repatriación de dividendos desde China (pasando del 10% al 5%) encontrándose otros países disfrutando ya de estas condiciones.

Por otro lado se encuentra la actividad Occidental en China:
El gran problema que tiene China para que Empresas Españolas se implanten o exporten en el País, es la obligatoriedad de disponer un socio local. Obviamente a medida que aumenta el tamaño de la empresa, mayores serán las condiciones interpuestas por el Gobierno Chino para su implantación. Todo ello por la simple razón de que es la única manera que han encontrado para desarrollarse a marchas forzadas, obligando a las empresas extranjeras a que les enseñen su Know How, a parte del hecho de que esta práctica permite al Régimen de Xi Jinping controlar todas las actividades empresariales y consideradas estratégicas para el País y de paso enriquecerse a costa del saber hacer internacional.

Una vez saciadas las necesidades del socio chino, lo que suele ocurrir es que la Joint-Venture se deshaga, o alternativamente empiecen a aparecer “de manera inexplicable” empresas competidoras que mermen su actividad o que incluso la expulsen del mercado.

Así pues nos encontramos jugando una partida de ajedrez con un rival que marca sus reglas a medida que el juego avanza. La solución a esto es muy complicada, aunque la Unión Europea intenta protegerse, como es el caso reciente de la imposición de impuestos arancelarios anti-dumping contra los paneles solares chinos, con precios bajo coste con subvenciones del Estado Chino. La primera respuesta que tuvo China fue acusar de lo mismo a los vinos exportados desde Europa (siendo el país asiático un mercado muy importante para las empresas Occidentales y sobre todo españolas)

Como veis, China tiene tal poder que es difícil lidiar con este problema, La solución, ganar terreno con pequeñas victorias.