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El sistema económico Chino siempre gana...

Por un lado se encuentra el sistema económico Chino de implantación en el extranjero, denominado por el profesor Juan Pavón como el modelo parasitario chino aplicado en todas las economías occidentales. Consiste en lo que todo el mundo ya sabréis: las tiendas están llevadas por chinos, comprando mercancía al por mayor a empresas Chinas e importadas de China. Con el dinero generado, se envían remesas al país de origen por Bancos Chinos. Como muchas empresas y bancos son pertenecientes al Régimen, ese dinero sirve para engordar las arcas del Estado que junto con sus bancos de Inversión pueden comprar y desarrollar tecnología, Empresas y adquirir yacimientos de materias primas en África y Sur América, manipular divisas y comprar deuda pública (lo que les da poder sobre Estados Unidos, por ejemplo) entre otras muchas cosas.

Estos son los datos de la actividad económica Española con China:
Exportaciones por 3.765,8 millones de euros en 2012, un 11,09% más que el año anterior, e importaciones de 17.631,3 millones, un 5,42% menos. La tasa de cobertura (relación entre exportaciones e importaciones) fue del 21,3% en 2012,

España se encuentra negociando un convenio de doble imposición que permita, entre otros asuntos, una reducción de impuestos por la repatriación de dividendos desde China (pasando del 10% al 5%) encontrándose otros países disfrutando ya de estas condiciones.

Por otro lado se encuentra la actividad Occidental en China:
El gran problema que tiene China para que Empresas Españolas se implanten o exporten en el País, es la obligatoriedad de disponer un socio local. Obviamente a medida que aumenta el tamaño de la empresa, mayores serán las condiciones interpuestas por el Gobierno Chino para su implantación. Todo ello por la simple razón de que es la única manera que han encontrado para desarrollarse a marchas forzadas, obligando a las empresas extranjeras a que les enseñen su Know How, a parte del hecho de que esta práctica permite al Régimen de Xi Jinping controlar todas las actividades empresariales y consideradas estratégicas para el País y de paso enriquecerse a costa del saber hacer internacional.

Una vez saciadas las necesidades del socio chino, lo que suele ocurrir es que la Joint-Venture se deshaga, o alternativamente empiecen a aparecer “de manera inexplicable” empresas competidoras que mermen su actividad o que incluso la expulsen del mercado.

Así pues nos encontramos jugando una partida de ajedrez con un rival que marca sus reglas a medida que el juego avanza. La solución a esto es muy complicada, aunque la Unión Europea intenta protegerse, como es el caso reciente de la imposición de impuestos arancelarios anti-dumping contra los paneles solares chinos, con precios bajo coste con subvenciones del Estado Chino. La primera respuesta que tuvo China fue acusar de lo mismo a los vinos exportados desde Europa (siendo el país asiático un mercado muy importante para las empresas Occidentales y sobre todo españolas)

Como veis, China tiene tal poder que es difícil lidiar con este problema, La solución, ganar terreno con pequeñas victorias.

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